PROFESIONALIDAD & CREATIVIDAD. 0% de divorcios
Me gustan las historias reales, y retratar la naturalidad y espontaneidad en lo que sucede. El objetivo final de mi trabajo es documentar de manera atractiva y auténtica el día de vuestra boda, buscando para ello las emociones, detalles y expresiones que mejor reflejen los sentimientos de ese día tan especial. Además de un reclamo publicitario también es verdad: en ocho años de experiencia como fotógrafo de bodas tengo una tasa de 0% de divorcios. ¡Larga vida a vuestro amor!
Naturalidad
Vengo del mundo del documentalismo, donde a menudo los protagonistas no están pendientes de posar. Por eso, tengo experiencia en buscar la naturalidad en todo tipo de escenarios, tanto en las emociones y gestos como en la iluminación. No sois modelos, ¡pero tampoco es necesario para que salgáis radiantes!
Flexibilidad, ¡siéntanse cómodos!
La creatividad es muy flexible. Como en todo, hay novios más clásicos, otros más gamberros y hasta los aficionados al cine ruso. Por eso, aunque la calidad es innegociable el estilo del reportaje, más serio o más divertido, se adaptará a vuestros gustos y preferencias. Tengo claro que la profesionalidad del fotógrafo pasa por adaptarse a las necesidades y gustos de los novios, y aunque desde mi experiencia os asesoraré sobre los tiempos, posados y escenarios, la última decisión será siempre de los protagonistas. Si no hacemos el reportaje de bodas en la cima de una montaña, o subidos en una avioneta, no será por fotógrafo.
Discreción
En mi fotografía de bodas tengo muy presente que el fotógrafo debe pasar desapercibido. Los protagonistas son los novios, y no el fotógrafo, por lo que la discreción es uno de los pilares de mi trabajo. Aunque en determinados momentos tenga que guiaros u os pida que “caminéis despacio”, no soy un maestro de ceremonias al que nadie ha invitado, sino un profesional que está a vuestro servicio.